No es fácil hablar sobre la delicada y urgente situación de las casas hogar en México. Se conocen casos en donde llegan a este lugar niños con problemas de salud, problemas emocionales y, en ocasiones, el nuevo hogar que los hospeda no está en las condiciones que ellos se merecen por falta de recursos económicos, académicos, de salud, entre otros.

    Aproximadamente 40 millones de niños viven en México y más de la mitad se encuentran en situación de pobreza, lo que inevitablemente conduce a que estos niños y jóvenes puedan experimentar tratos violentos por parte de las personas que estén a su cargo, tengan dificultades académicas o hasta problemas de salud.

    Los programas y servicios sociales alrededor de todo el país deben tratar de enfocarse en esta parte de la población, la cual es sumamente indefensa, frágil y no ve una solución clara ni efectiva a estos problemas desde hace mucho tiempo.

    Adicionalmente, es importante mencionar algunas ilegalidades relacionadas a las necesidades de los niños y jóvenes en casas hogar del país. En ciertas instituciones, al tener a tantos niños bajo su tutela, es común que caigan en el descuido de algunos de ellos.

    Esto ocurre a tal punto que a cuidadores o encargados puede pasarles desapercibido que los niños cuenten con determinada discapacidad o enfermedad, ya sea por falta de atención a los menores o por falta de apoyo económico para cubrir un tratamiento o terapia.

    Es primordial que se cumplan las formalidades o protocolos durante el ingreso de niños y jóvenes a programas, instituciones sociales o casas hogar. Cada niño y joven debe ser registrado legalmente (con documentos e identificación, en caso de tenerlos) como residente de la casa hogar, debe ser monitoreado desde su llegada a este lugar, durante su proceso de adaptación y hasta su salida.

    Por último, los responsables de la institución deben encargarse de que el niño o joven reciba una atención médica de calidad y personalizada y, en caso de necesitarlo, proveerle al menor el tratamiento o terapia que necesite.

    Es preocupante la cantidad de niños trasladados de un orfanato a otro sin previa autorización, aviso a familiares o al mismo menor. La causa de esto generalmente es que la casa hogar que lo hospeda no puede seguir manteniéndolo ahí, ya sea por falta de espacio o de apoyo económico, pero es imperante tener completo control incluso antes de admitir al niño.

    Esta clase de situaciones en una persona de tan corta edad pueden ser muy confusas y atemorizantes, por lo que es deber de los encargados de los programas sociales o casas hogar tomar completa responsabilidad en el lugar donde residirá cada niño y asegurarse de que este cumpla con las mínimas condiciones para brindarle una buena calidad de vida y que, al pasar del tiempo, esta casa hogar haga sentir tan cómodo al menor que se pueda adaptar a él y se pueda convertir en su hogar.

    En Fundación Esperanza Contigo, nos comprometemos con estas medidas en las casas hogar en las que colaboramos, por lo que cada año realizamos un censo que además de contabilizar a los niños, podemos computar sus necesidades económicas, psicológicas, médicas y educativas. Te invitamos a unirte a esta causa a través de donativos o voluntariado.